jueves, junio 28, 2007

Anatomía de un aniversario


La memoria, según reza el mataburros, es la facultad psíquica por medio de la cual se retiene y recuerda el pasado. En el actual transcurrir de trivial vorágine, en que los individuos se desviven por correr detrás de la tecnología para evitar ser pisoteados por una realidad desmesurada, volver la mirada hacia atrás con intenciones reflexivas no forma parte del ejercicio cotidiano. Por eso resulta más valorado el desenlace final que el proceso conducente. Por eso poco importa lo que pasó ayer, si aún hoy se resiste de pie, aunque sea tambaleando. Por eso la supervivencia superó a la vivencia. Por eso el margen de error es cada vez más alto y los logros se perciben cercanos a la utopía.

La cd rojinegra cumple un año de gestión, y aunque Colón finalizó la temporada en condición aceptable, la sensación de fracaso se impone si se apela al repaso de los últimos doce meses. Y no sólo desde el punto de vista deportivo. En lo que se refiere al aspecto institucional, la situación pinta más grave de lo que se pretende mostrar –u ocultar–. Y es justamente en este punto donde los despropósitos dirigenciales han quedado más expuestos, a pesar de los ingentes esfuerzos por disimular un cúmulo de situaciones bochornosas. Las disputas internas, los desmanejos económicos y administrativos, las mentiras y el burdo engaño han formado parte de una línea de conducta inadmisible en un club con aspiraciones importantes.

Si bien los tropiezos son moneda corriente cuando se emprende cualquier proyecto, la insistencia en imponer conductas poco claras y la continua propensión a subestimar a la afición sabalera, han dejado en evidencia la falta de un plan de conducción serio y por sobre todo desinteresado. Semejante situación no sólo ha desbordado a los propios protagonistas, sino que ha puesto a la entidad del barrio Centenario en un camino de difícil retorno. Lo cierto es que sólo el tiempo será el encargado de develar los oscuros artificios que con tanto celo han pergeñado GL y cía., por la simple razón de que nada es para siempre. De todos modos, bien valdría, desempolvar, cada tanto, las telarañas del pasado reciente. ¿O no?


APOSTILLAS

Adivinanza 1. ¿Quién lo dijo?: “Cuando definí lo de Leo Astrada, primero analicé una cuestión… (bla, bla, bla)”.

Adivinanza 2. ¿Quién lo dijo?: “Tengo mucha gratitud también por no haberme equivocado al momento de la contratación”.

Adivinanza 3. ¿Quién lo dijo?: “Siempre estuve convencido de que este plantel tenía que rendir. El objetivo, al menos este año, se logró”.

Adivinanza 4. ¿Quién lo dijo?: “Estoy contento con el cuerpo técnico que tenemos, que va de acuerdo con la realidad institucional de Colón".