domingo, octubre 18, 2009

Arrimando el bochín

Y ahí está el negro. Acechando. Agazapado. Presto a dar el zarparzo en cualquier momento. En silencio. Mientras los grandes no dejan de mirarse el ombligo, el sabalé aprovecha y se arrima a la cima despacito, sin estridencias, esperando la ocasión propicia para colarse entre todos y plantar bandera en la punta. Por ahora hay muchos prendidos arriba, pero a medida que avance el torneo el panorama se irá despejando un poco, corriendo el velo de lo indescifrable. La historia, sabia, cuenta que lo mejor es esperar con tranquilidad el desarrollo de los acontecimientos, disfrutando cada resultado favorable con mesura pensando en que se viene una serie complicada de encuentros donde demostrar será más difícil que resistir.

Jugadas nueve fechas el negro parece afianzado, y ya no en su columna vertebral, sino, y a pesar de las ausencias, en casi todas sus líneas. El arco nunca estuvo tan seguro. La defensa parece inexpugnable, con un trío que aprendió a conocerse y complementarse. En el medio, un hombre fundamental que supo adaptarse a los cambios y que hace las veces de pilar de sus colegas de zona, sean quienes fueren. Y con una dupla ofensiva que, completa, resulta letal. El resto acompaña y no desentona. Más allá de la falta de volumen futbolístico, puesto en evidencia cuando falta la joyita, el equipo está firme, sólido; puede jugar mejor, regular o peor, pero en cancha transmite y demuestra seguridad en la búsqueda del objetivo prefijado.

Vale destacar que algo en común tienen las piezas clave del equipo. La madurez y la certidumbre de que este torneo –con ingreso a la copa incluido– puede ser el peldaño más alto de sus carreras. Ninguno quiere dejar pasar, esta vez, la oportunidad. Tomar conciencia de que la presente puede ser la última ocasión que les ofrezca el destino para dejar la marca de sus botines en la galería de la fama de la institución, es lo más positivo que le ha pasado al grueso del plantel entrado en años. En el otro rincón, los pibes, quienes por ahora sólo son el adorno que se pone o se saca según la ¿estrategia? del entrenador; y así todos contentos, la cd con su oda al proyecto y la ingenua afición manducando gustosa la sagrada liturgia dirigencial.


APOSTILLAS

Carne de diván. El excelentísimo señor presidente no puede superar el pasado. Ahora resulta que su “gobierno” impulsa “políticas de estado” para hacer de la institución “el modelo a seguir” por el resto de las entidades argentinas. Ahora se viene el “Plan de modernización tecnológico”. El socio que no entienda de qué se trata es porque no está preparado para seguir el ritmo del primer mandatario.

Bolsa de gatos. El técnico sabalero se niega a confirmar sus contactos con el don, quien ya lo habría apalabrado para conformar un tándem con el dios desbocado. Mientras él jura y perjura que su objetivo es la copa con Colón, su nombre ya está siendo impreso en un buzo celeste y blanco. El “biondo gnocchi” a la conmebol, el turco a la selección y el sabalé campeón. ¡¡¡Dale power!!!

Sin querer, queriendo. El chupalerche tercero miente sin ponerse colorado. En pagineja virtual negó su vinculación con la revista oficial del club. Sin embargo, la misma marca en el orillo que lleva su flamante engendro gráfico, aparece, cual inmutable testigo, en la columna del staff –hasta agosto, claro–, bajo el rótulo de realizadora del producto institucional. ¿A quién pretende engañar?

Se apagó una luz. Aunque ya hacía un tiempo que, misteriosamente, su logrado y desopilante personaje no salía al aire, mientras ocupó un lugar destacado en el éter, le aportó color y calidad a los mediodías enredados. SF es ingrata con quienes pretenden sobresalir a fuerza de capacidad y trabajo, sólo privilegia a los mercaderes de la mediocridad. La ciudad gris se deglutió otro talento.