viernes, febrero 01, 2008

Por obra y gracia


Ciertas cosas no suceden por casualidad sino por causalidad. A pocos días de comenzar el torneo y con el conflicto desatado con Grisales sin resolver, apareció sobre la mesa de trabajo de los compinches de LH el convenio de transferencia que, en julio del año pasado, Colón firmó con el colombiano. Un documento que prueba la falta de muñeca de GL y cía. para cubrir con un manto de legalidad aquello que no lo es tanto. Se ve que no aprendió demasiado del veterano ilusionista, harto conocedor del medio y experto en esas lides.

Ahora bien, no debería pasarse por alto que este ardid contractual se patentizó cuando el vice primero todavía estaba en funciones, por lo que el engendro en cuestión no pudo haberse pergeñado sin su participación, sólo que algo falló en el final. Quizás lo terminó cerrando el “biondo gnocchi” sin el visto bueno de quien hoy se encuentra en uso de licencia. Tal vez el pope rojinegro pretendió demostrar que aprobó alguna materia con más de cuatro. O, a lo mejor, sólo quiso colaborar con su impronta. ¿En qué terminará este sainete? Chi lo sa.

Mientras tanto, ayer, el ex capitán defenestrado por la pyme, fue víctima de un atropello sin precedentes. A raíz del hecho, aprovechó los micrófonos para pegarle duro al culpable de su aciago presente. Sin pelos en la lengua, puso en duda el compromiso del dt para con la institución [¡epa! ¡epa!]. Por otro lado, pudo saberse que la centenaria entidad cotizó su préstamo por seis meses en la módica suma de 150 mil ¡pesos! ¡¿A uno de los cinco mejores arqueros del país?! ¿Qué dirá ahora el vocero oficioso? ¡Ni el lobby mediático le sale bien!