miércoles, enero 30, 2008

Picadito al anochecer


Los muchachos aflojaron un poco los músculos, exhibieron una dinámica discreta, ensayaron combinaciones colectivas y hasta pudo verse algún que otro toquecito de calidad, pero en el análisis general Colón fue más de lo mismo. No cabe duda que este equipo adolece de jerarquía. El cuerpo técnico tendrá a su cargo una tarea titánica; deberá demostrar capacidad para encontrar un funcionamiento acorde, inteligencia para mover las piezas –tal vez las incorporaciones ayuden– y fortaleza para incentivar al grupo. ¿Será demasiado?

Como primera prueba del año es lógico que las expectativas se disparen, pero para sumar los puntos que tanto necesita cosechar en el próximo torneo, el sabalero deberá hacer mucho más de lo que hizo el lunes por la noche. Hay que tener en cuenta que un amistoso es sólo eso. Otra cuestión a considerar es que el microsegundo de lucidez que afectó al Tito será imposible que se repita con asiduidad durante el desarrollo del campeonato. Es de lamentar que la pérdida de siete kilos no sea inversamente proporcional al incremento de la velocidad mental.

Respecto de las emisoras vernáculas, bien valdría hacer algunas apreciaciones. Si al comentarista de la nueve le “encantó” lo que vio –como si se hubiera tratado de un film de disney–, ¡atenti! ¡está vendiendo una cambiada! Si para el vestuarista enredado el rojinegro “mostró más de lo que muchos esperaban”, ¡mamita! ¡qué poca fe! En este caso, los más medidos fueron los académicos ¡por las dudas, mejor atajarse! Digan lo que digan, la afición aguardará los próximos resultados pre competencia para entusiasmarse o empezar a rezar.