lunes, julio 07, 2008

Negocios son negocios


En el mundillo del fútbol la palabra no vale nada. Sólo cuentan los billetes. Mientras la afición, con inmaculada ingenuidad, compra los discursos políticamente correctos –y los incorrectos, también–, las estrellas del circo hacen la diferencia a costillas del sentimiento, apañados por unos cómplices de lujo: los dirigentes. Sabido es que el mediático dt de Colón jugó a dos puntas, estrategia que le permitió incrementar en forma considerable la ya importante cifra que mes a mes engordó sus bolsillos el torneo anterior, a sabiendas que su postura de pegarse al "biondo gnocchi" en la campaña preelectoral, de una u otra forma, le significaría una ventaja económica. La pregunta que se impone es ¿quién gana y quién pierde?

Otro que se puso la camiseta de la falsa pertenencia, fue el goleador histórico. Idolo, si los hay, aunque de barro. A pesar de que por estatuto está prohibido utilizar la imagen de un empleado del club a favor de una gestión con fines proselitistas, fue usado y se dejó usar. Obviamente en defensa de sus propios intereses. Si ganaba las elecciones cualquiera de los otros dos candidatos, sus negocios con el club hubieran tenido un final abrupto. Sin embargo, quizás deberían valorarse sus gestiones como gerente técnico virtual o asesor pirincho de GL y cía. O tener en cuenta sus ganas de volver a vestir la sangre y luto, como tanto le gusta predicar, a pesar de su edad, sus lesiones y sus bajos rendimientos. El interrogante es el mismo ¿quién gana y quién pierde?

Por último, es imposible dejar afuera de este selecto grupete al gran capitán. Ese aguerrido pilar de la defensa que se acordó de jugar sólo en los últimos partidos y que, al igual que los antes mencionados, aprovechó la ocasión para jugarse por la conducción reelecta. Es de esperar una jugosa recompensa. Si alguien se hace el distraído, él mismo reclamará la tajada que le corresponde. Lo cierto es que con este material –y el resto a confirmar– el sabalero enfrentará el próximo torneo. Quedará definir los refuerzos y el "cachet" de todo el plantel. Una cuestión que puede traerle un terrible dolor de cabeza al pope rojinegro, si es que se le dificulta exportar de SF a algún protagonista sobrevaluado. De todos modos ¿a quién le importa quién gana y quién pierde?