jueves, mayo 14, 2009

Y la nave va


El excelentísimo señor presidente, sus fieles laderos de cd y la prensa vernácula rastrera están seriamente preocupados porque el acontecimiento considerando como histórico corre peligro de transformarse en vergüenza nacional. Si bien el “biondo gnocchi” fue ungido ayer con las bendiciones del don en un acto del que estuvieron pendientes sólo los medios locales –arreados, a tal fin, como borregos–, ni siquiera la acordada convocatoria del goleador histórico podría salvarlo del papelón del siglo. Sus ambiciones personales y sus delirios de grandeza lo han alejado de la realidad al punto de creerse capaz de manejar lo inmanejable.

¿De dónde va a sacar once mil tipos que pongan ciento treinta pesos para disfrutar del circo maradoniano? ¿Y cinco mil que pongan ciento cincuenta? ¿Cuál será su plan para que la platea este no se vea desierta ante miles de espectadores que seguirán el evento a través de la tv? Según declaró el vocero mudo, los precios anunciados oficialmente sufrieron una rebaja a instancia de la dirigencia. Según el parodismo chupalerchista, la dirigencia continúa haciendo denodados esfuerzos para que la rebaja sea aún mayor. Lo cierto es que el problema es de difícil solución, y lo que es peor, una plaza deja de ser atractiva cuando no resulta redituable.

Por otro lado, el veterano referente del plantel rojinegro, sumado a la parodia de una nominación a medida del show, está que trina porque los analistas –menos los pagos, claro– hablaron más de reconocimiento que de merecimiento. De todos modos, no ignora que, llegado el momento, cuando estén en condiciones de sumarse los citados desde el vamos, se pactará una salida elegante, en nombre de los famosos códigos que imperan en el fútbol, y así paliar las heridas a su ego. En definitiva, quienes se sientan seducidos por la propuesta, deberán ser conscientes de que sus bolsillos sangrarán en favor de pretensiones ajenas.