domingo, diciembre 28, 2008

La muerte les sienta bien


Los hechos lo corroboran. Esta cd logró interpretar la verdadera idiosincrasia colonista. Así como determinados especímenes sólo consiguen desarrollarse en plenitud cuando el terreno es suficientemente apto, esta dirigencia encontró el caldo de cultivo perfecto para afianzarse sin mayores sobresaltos. Una masa societaria apática permite eso y mucho más. Si a semejante panorama se le suma una oposición incapaz de unir fuerzas para contrarrestar la avanzada indiscriminada, pues no queda otra que esperar un futuro sombrío. El cepo a las agrupaciones es apenas una muestra del nivel de manipulación al que aspira la actual dirigencia. Ahogar la ya limitada participación, es el principio del fin de la institución como tal. Lamentable.

Si bien hubo una intención de ponerle freno al despropósito, a la postre resultó insuficiente. Y en lo que a estrategias se refiere, se eligió una equivocada. La inasistencia siempre juega a favor del oficialismo. ¿Acaso los principales referentes de la contra no son capaces de reunir una buena cantidad de socios que imponga presencia ante el voto clientelista? Dejarle el camino libre a los arribistas puede acarrear innumerables consecuencias. Si las ambiciones del "biondo gnocchi" se trasladan a la entidad madre ¿su legado será el mamarracho del vice? Así como lo sindicó como el artífice del logro, no cabe duda de que será su apuesta con vistas al 2009. Ambos están jugados, encontraron la veta y la defenderán a morir. No tienen retorno.

El resto, volvió a perder. Desmembrados algunos, desaparecidos otros. La mayoría que optó por darle la espalda al oficialismo en las urnas, acabó diluida en las aguas de la intrascendencia. Así las cosas, sin figuras fuertes apostadas en la vereda de enfrente, Colón queda a merced del resultado deportivo, el único termómetro válido que mide la aprobación del conjunto. Si las cosas salen bien, si esta vez se alcanzan los objetivos, habrá falsa pertenencia para rato. Si no, quedará la puerta abierta para el regreso del innombrable. El único capaz de aglutinar un sinnúmero de voluntades a pesar de la herencia testada. Que tal posibilidad signifique un retroceso, a pocos les importará. Con pasión, sin razón, todo vale.