sábado, noviembre 07, 2009

Compresas calientes


Los cargosos coleópteros que sobrevuelan con insistencia al entrenador sabalero se salieron con la suya. Consiguieron que dijera lo que cada torneo esperan que diga en la duodécima fecha. Al parecer, la mágica frase funciona como un bálsamo relajante para quienes colectan billetes en forma proporcional a la posición que ocupa el negro en la tabla. Ganarle a un grande disminuido, en su propia cancha, cercenando sus aspiraciones y consolidando las propias sería el súmmum para todos los involucrados en la aventura de pelear por una consagración histórica. Pero ¿cómo influirá en los protagonistas la presión que les tiró el dt con semejante sentencia? “Nos debemos un triunfo así, lo vengo diciendo hace bastante”, apuntó.

Aunque el corolario del domingo sea negativo, las posibilidades del equipo seguirán intactas. En las fechas que faltan por disputarse, todos los candidatos perderán puntos, por lo que el próximo encuentro no define nada más que los porotos en juego. A nadie escapa que el envión anímico de volver a SF con una victoria en el bolsillo sería beneficioso para encarar con mayor tranquilidad el tramo final del torneo; sin embargo, la cabeza del grupo debería mantener la prudencia, dejando que esas fichas las jueguen el parodismo rastrero, por conveniencia, o la fanática afición, por sentimiento. En estos momentos, él tendría que filtrar las coacciones externas para llevarle tranquilidad al grupo y calmar la ansiedad.

Si bien es cierto que la coyuntura resulta propicia para lanzarse a la lucha por el campeonato –ya casi asegurado el principal objetivo–, y que tanto plantel como cuerpo técnico están confiados e ilusionados, la mesura suele ser la mejor consejera a la hora de acompañar hasta el final este tipo de procesos. Además, Colón todavía tiene una asignatura pendiente. Según dictan las estadísticas, desde que AM dirige los destinos de la sangre y luto, nunca pudo dar vuelta un resultado adverso, cuestión que cualquier aspirante a grandes logros debe aprender a manejar. Así las cosas, el duelo de mañana no sólo será para alquilar balcones, también será para disfrutar, porque llegar a estas instancias con viento a favor no da para el sufrimiento.