viernes, diciembre 12, 2008

Otro ladrillo en la pared


El exclusivo clan sigue sumando adeptos. Al parecer, hay unos cuantos que tienen precio y no se avergüenzan de proclamarlo a los cuatro vientos. Y lo peor es que buena parte de la afición comparte la peculiar teoría de los manguitos por izquierda, confundiendo conceptos y circunstancias. El punto no resiste una doble lectura, cuando la finalidad del incentivo es perjudicar a un tercero, cualquier intento de explicación –o justificación– resulta insostenible, se mire por el lado desde donde se mire. Ahora bien, esta mañana, repentinamente, el discurso cambió y la historia pasó a formar parte de una chanza inofensiva proveniente de simpáticos individuos que gustan de andar por la vida tomándose lo serio en joda.

Lo cierto es que la muchachada recibió una sorpresiva visita durante el entrenamiento matutino de hoy. La representante de agremiados en SF les aconsejó que cerraran el pico porque la cosa podía ponerse castaño oscuro, ya que el Reglamento de transgresiones y penas de la entidad madre es claro respecto del tema en cuestión. Específicamente, el artículo 181 estipula: "Suspensión de seis meses a tres años al jugador que reciba recompensa o acepte la promesa de ser recompensado sujeta a la condición de que el equipo que integre empate o derrote al adversario, siempre que el ofrecimiento tenga por finalidad estimular su empeño en el juego para que el resultado del partido beneficie a un tercer equipo en la tabla de posiciones".

De todos modos, lo dicho, dicho está. Tanto así, que las declaraciones de los involucrados en la polémica de la semana abrieron una serie de interrogantes en retrospectiva. ¿Acaso faltó incentivación para afrontar los partidos de local? ¿Acaso faltó incentivación para que el dt no fumara dentro de la cancha? ¿Acaso faltó incentivación para superar los veinticinco puntos? ¿Acaso faltó incentivación para mantener a la barra bajo control? ¿Acaso faltó incentivación para que los operativos de seguridad fueran exitosos? ¿Acaso faltó incentivación para que la dirigencia hiciera mejor las cosas? ¿Acaso faltó incentivación para que el arquero no se comiera tantos goles? ¿Acaso faltó incentivación para que la defensa fuera más sólida? ¿Acaso faltó incentivación para que el mediocampo hiciera bien su trabajo? ¿Acaso faltó incentivación para que los delanteros embocaran más goles? Para reflexionar.