miércoles, octubre 12, 2011

Recalculando

Con la institución en virtual acefalía, el abnegado conductor aprovecha el receso para trabajar en un cambio de esquema. Busca mayor funcionamiento, contención y posesión; o sea, lo que no ha podido encontrar desde que se hizo cargo del primer equipo, hace veinte fechas. Mientras los torneos pasan y el fútbol sigue siendo el gran ausente, la dirigencia se esfuerza en atizar un transcurrir intrascendente, distrayendo a las carnívoras fieras con alimento balanceado. Por el momento, la única certeza parece correr de la mano de la justicia, enfrascada en encauzar la investigación del acto más bochornoso de los últimos tiempos, aunque los protagonistas insistan con la madeja de mentiras que supieron entretejer para tapar el producto de una superchería digna de ignorantes.

Para no perder la costumbre, y en pos de sembrar en tierra fértil una oleaginosa transgénica en lugar de productos orgánicos, el parodismo prostituto lanza cortinas de humo. Primero fue una hipotética convocatoria del goleador histórico a la selección local; después, el anuncio de la vuelta del hereje en excelente estado; ahora, una poción mágica que aceleraría el regreso del nuevo ídolo de multitudes. Todo vale para no hablar de los problemas intestinos en la barra -sólo mencionan los que tienen como protagonistas a violentos del otro lado de la autopista-; de la imagen destruída -hecho que, cuales apóstoles descreídos, no les consta-; de las renuncias en la comisión; de los socios agredidos en la platea; de los colegas discriminados; de las incorporaciones que no figuran ni a placé o de las inferiores improductivas.

A todo esto, el referente histórico salió a poner la otra mejilla en un intento por calmar los ánimos y en apoyo del devaluado entrenador. Imposturas que no pueden ocultar la onda expansiva que se está engendrando dentro y fuera de la cancha. Si no demuestran con juego lo que expresan por compromiso, difícil que puedan parar el repudio generalizado, del que ya probaron un sorbo. Por el lado de la oposición, por estos días movilizada en compartimentos estancos, debería evitar convertirse en presa fácil de los delincuentes de guantes blancos. Y el líder, retomar el liderazgo sin ambages, porque quienes parlotean sin conocimiento de causa -gracias a la gratiudad del aire- son los mismos que avalaron la falsedad ideológica de la presente gestión. En la lucha por los puntos, perder uno a cero es lo mismo que perder por goleada.