martes, septiembre 12, 2006

Hijos de la lágrima


¿Qué más puede pasar? Institución concursada, transferencias dudosas, ataques a la prensa, nuevos juicios en puerta, contrataciones calamitosas, resultados catastróficos, lesiones al por mayor, hinchas detenidos. Sin dudas, un cóctel explosivo. En este estado de situación, la preocupación está calando hondo en todos los involucrados en el presente rojinegro. Era obvio que gran parte del éxito de esta gestión dependía de la producción futbolística del equipo y evidentemente nadie pensó en las alternativas desfavorables que podían presentarse si las cosas no salían tal cual estaban planeadas. Algo que podría traducirse como falta de previsibilidad.

Presidir una asociación sin fines de lucro no es para cualquiera. Como primera condición, quien aspire a conducir los destinos de una institución deportiva debe tener asegurado su sustento diario ya que la dedicación, en el caso de un club con problemas, es full time. En segundo lugar, puede mencionarse la experiencia, tanto en administración como en la especialidad deportiva en cuestión. Tercero, debe tener la inteligencia necesaria como para rodearse de las personas indicadas, aquéllas que por idoneidad y probidad colaboren en la conformación de un equipo equilibrado para salir airosos tanto en las buenas como en las malas. Las cabezas resultan de fundamental importancia, puesto que el resto de la pirámide está bajo su exclusiva responsabilidad. ¿Qué pasa si no se cumplen estos requisitos?

Para saber si Colón de Santa Fe podrá remontar la corriente adversa habría que entrar en el campo de la futurología pura. Aunque con tanto en contra, el porvenir inmediato puede percibirse harto difícil. Ni el aficionado más fanático puede pensar en un triunfo el sábado, ni siquiera en un empate. No hay equipo para aspirar a ninguno de los dos resultados. Y después sigue River, un partido donde las conclusiones pueden ser más categóricas.

La base del equipo es tan floja que, si Falcioni contara con recambio, seguramente ya estaría de descanso. A Tombolini, Píccoli, Giovanni y Fuertes deberían firmarles las vacaciones por adelantado. De los refuerzos, Gravinsky, Fernández, Grisales y Enría tendrían que estar disfrutando del Apertura sentados cómodamente en el living de sus casas y a Sand, considerando su actitud poco comprometida, deberían devolverlo con moño incluido. Del resto, Guagua todavía no demostró su calidad de jugador de selección; y Barrado y Esmerado aún nadan en la nebulosa de la intrascendencia. El único que se salva de la detracción es Iriarte, quien lamentablemente tiene para cuatro meses de inactividad. Si este no es un panorama negro…

Esta semana, y la próxima también, con seguridad, algún surco más se agregará al rostro del técnico rojinegro. Quizás ya esté arrepentido de haberse arrojado sin red a semejante empresa de resultado incierto. Como su capacidad es indiscutible, está por verse cuál es el nivel de paciencia de este entrenador-entrenado para lidiar con las adversidades; porque, si en la cancha, las piezas de ajedrez están clavadas al tablero la culpa no será del ajedrecista.


APOSTILLAS
Ahora aparecen todos los números juntos. Eso sí, de la mano de emisora afín a GL. Ante todo la transparencia, aunque sea después del escándalo. ¡No hay mal que por bien no venga!
¡A no confundir! Doscientos prestigiosos “colaboradores” de la entidad sabalera fueron invitados a realizar una visita de cortesía a dependencia policial debido a un minúsculo suceso ocurrido de camino a casa. Quien informa lo contrario, miente.

¡Joven santafesino! Está abierta la inscripción, para menores de dieciséis años con excelentes aptitudes futbolísticas, en la escuela Dante Hilbertggieri. Bilingüe y con salida laboral asegurada.

¿Por dónde anda el padre Axel? ¿Por qué no se da una vuelta por el Brigadier con un frasquito de agua bendita? Probar no cuesta nada. Total, si no funciona, se puede ir tramitando el exorcismo.