domingo, septiembre 06, 2009

Frenéticamente letal

Durante toda la semana no se habló de otra cosa. El sabalé tenía que reencontrarse con el triunfo para no perder de vista el objetivo, que pasó de enfrascarse en una ardua y constante pelea por gambetear el estigma del promedio a mirar con ojos lujuriosos esos logros sólo destinados a los ambiciosos con carácter. Si bien en el inicio del torneo, las dudas lograron posicionarse al tope de las inquietudes, el torbellino imparable que desplegó sobre la gramilla el pasado viernes funcionó como ventarrón sureño, despejando esos nubarrones amenazadores que parecieron encapotar el panorama rojinegro. Coraje, contundencia y una pizca de picardía, la simple fórmula reactiva que acalló murmullos y desató la algarabía.

A pesar de que el trámite del encuentro se presentó parejo y el rival pareció duro de roer, un buen centro, un cabezazo a la olla y el olfato depredador del goleador histórico abrió un partido que apuntaba a parejo. Sin embargo, más allá del pronto empate, nuevamente por el lado izquierdo llegó el punto de inflexión que definió la cerrada partida. Penal, dudoso o indiscutible, según la óptica del consumidor, y golpe al corazón del adversario. El resto de la historia se dio tan natural como desmesurada, con el rojinegro usufructuando al máximo las condiciones favorables que el desarrollo del encuentro le impuso, con una orquesta que sonó a sinfónica, con unos inspirados intérpretes que ejecutaron una partitura en forma magistral.

En retrospectiva, tal vez no haya influido demasiado, tal vez haya sido un factor fundamental a la hora de explicar en parte lo acontecido, lo cierto es que el “vamos a tratar de no hablar más de los árbitros”, que el veinte deslizó días atrás, surtió un efecto casi sanador. Es sabido que en la cancha la adrenalina alcanza punto ebullición, pero está comprobado que mantener un duelo verbal con los contrincantes o con el hombre de negro no reditúa a favor ni del equipo ni del resultado. “Vamos a tratar de revertir los malos arbitrajes con goles y triunfos, hacer nuestro juego y ayudar a los árbitros en lo que se pueda dentro del campo de juego”, sentenció para finalizar. Buena idea, era hora. La primera consecuencia, superó cualquier expectativa.


APOSTILLAS

Por la misma senda. El excelentísimo señor presidente se muere por imponer en SF su propia ley de medios. Para quienes comulgan con la doctrina kk, esa que pretende mostrar una única realidad, a la medida de sus propios intereses, se recomienda leer los editoriales que con fina pluma escribe GL en la revista oficial del club. Deleita tanta claridad de pensamiento.

Con el sable en la garganta. La inefable dupla que anima los mediodías enredados parece un tanto amordazada. De buenas a primeras han bajado el tono crítico hacia la gestión, reemplazándolo por análisis con tufillo a lavandina. ¿Habrán sido conminados por la directiva de la emisora –ergo el chupalerche primero– o sólo será puro instinto de conservación?

De monárquico a comunista. El defensor número dos del absolutismo lercherista, no duda en cambiar de ideología según se mueve el dedo presidencial. “Yo quiero a todas las empresas en manos del estado”, espetó una mañana. Sería bueno saber si los servicios profesionales que le brinda a la institución están blanqueados ante la afip. ¿Monotributista o relación de dependencia?

Ciento por ciento lucha. Baluartes del parodismo vernáculo creíble e impoluto no pierden oportunidad de tirarle con munición gruesa al impresentable vice. Ahogados en el éter, aprovechan con más mesura la tribuna de la caja boba para pegarle a quien intenta competir con ellos en la organización de una fiestucha deportiva. ¿Y si unifican el evento? ¡Total..!