lunes, octubre 09, 2006

Con los pelos de punta


Endilgarle el traspié de esta tarde exclusivamente a la mala fortuna sería injusto. Tanto como lo fue el resultado, tanto como lo fue otra incorrecta bandera en alto. Si bien todo suma en contra, mientras la punta izquierda siga siendo una vía de acceso libre y gratuito para los atacantes adversarios, el esfuerzo de diez continuará siendo en vano. JCF tendrá sus razones para insistir con el 24; quizá –ojalá–, ésta haya sido la última oportunidad para el marcador de punta. De nada sirve seguir otorgándole crédito a un espantajo que echa por tierra el sacrificio del resto.

Cual film de terror, cuando por fin la adversidad estaba siendo derrotada, una sobredosis de Fernández descompensó las buenas intenciones del sabalero. Y como broche de oro, sus errores desencadenaron el efecto contagio: Tombolini le obsequió al rival un premio excesivo para culminar la soleada tarde de Avellaneda. Así y todo, exhibir fuerza y coraje, insistiendo en encarar hacia el arco de enfrente, es tan valioso como gratificante. Quizá el sabor no resulte tan amargo si se tiene en cuenta que se luchó hasta el final, aunque los minutos no alcanzaran para abrazar el empate.

Haciendo abstracción del desenlace, la producción de los once menos uno fue destacable. Sin dudas, lo mejor de este equipo rojinegro está en el mediocampo, con jugadores atrevidos, bien mandados en ofensiva, tal vez pecando de exceso de toque y con una única deficiencia: el tiro final. Para ajustar pensando en lo que se viene. El problema mayor continúa atrincherado en la defensa. Con seguridad, el entrenador acomodará las piezas para dejar de hacer agua por izquierda y recomponer una línea donde los lesionados no dejan de engrosar la lista de problemas a resolver.

Dentro de la bronca colectiva, llamó la atención el fastidio del técnico. Portador de una actitud siempre medida, esta vez saltó como nunca antes, despotricando en contra del arbitraje. “Nos están tocando el culo demasiado. (…) A veces los partidos no se ganan adentro de la cancha”. Contundente, quien quiera oír que oiga. Tombolini fue otro que disparó con munición gruesa: “Para hacer un club serio, todos nosotros adentro y los dirigentes afuera”.

Quiera la bendita ventura que éste haya sido el último trago amargo para Colón y todos los colonistas. De ahora en más, se espera que el primer equipo tome la tan añorada senda del triunfo. Si algo había que pagar, el infortunio se lo ha cobrado con creces. Desaciertos, equivocaciones, dislates y pifias variopintas ya han sido suficientes. Por el Centenario, las caras largas aguardan la revancha, la misma que cada fin de semana se pone en juego para renovar las esperanzas sangre y luto.


APOSTILLAS

El próximo reclamo. Los dirigentes sabaleros solicitarán ante la Afa que los arcos reglamentarios se agranden unos milímetros. Ramírez y Grisales adhieren al pedido.

¡Qué mal rayo lo parta! Una vez que Giovanni se reencuentra con el gol, un sujeto vestido de oscuro arruina la fiestita. La lista negra continúa sumando candidatos para ser declarados personas no gratas en SF.

Bienvenida la zurda del Pirulo. No podría haber tenido un debut mejor, con gol incluido. Demostró que los colores le sientan bien.

Otro golpe a las inferiores. Quienes anduvieron de tour por Colombia confesaron haber estado “viendo chicos” para sumar a las huestes juveniles. La pertenencia sigue “six feet under”.