miércoles, mayo 23, 2012

Misa de réquiem

El encuentro resultó una oda a la despedida, y no sólo de las aspiraciones a escalar hacia una mejor ubicación en la tabla de posiciones. Con la certeza de que los tres puntos tendrían que haber engrosado la sumatoria obtenida hasta el momento, la afición todavía se pregunta si el veterano veinte está falto de reflejos, si tiene problemas visuales o si su humanidad ya no le responde como antes. No hace mucho, con una sola de las tantas oportunidades que desperdició durante noventa minutos de intrascendencia, el duelo cerraba a favor sin demasiado esfuerzo. Pero el tiempo pasa, igual que la lábil memoria de la masa que vive del resultado, y que cuando ya no estén los que están darán vuelta la página rápidamente.

Cosas de la ingrata realidad. Por eso es que algunos se resisten a pasar a cuarteles de invierno, conscientes de que los recuerdos, recuerdos son. Es difícil aceptar que los lugares vacantes encontrarán reemplazante en lo inmediato y el futuro le abrirá la puerta de par en par a la sangre joven y las expectativas renovadas. La acertada sentencia que afirma que el fútbol es presente se vuelve como una certeza lacerante que no sabe de trayectorias ni discursos edulcorados a la hora del rendimiento. Cuando la máquina comienza a herrumbrarse, hasta el mismísimo coro de aduladores salta al bando de los murmullos del adiós, para transformar el pedido en un grito multitudinario, imposibe de ahogar a pesar del sentimiento de gratitud.

Mientras algunos ya piensan en el partido homenaje y en la inútil plaqueta recordatoria, otros hacen cuentas y vaticinan un escenario repleto a base de butacas regaladas. Así es la efímera fama, llega con fecha de vencimiento y se va aunque la embista un batallón de resistencia. Para beneficio de los intereses institucionales, falta nada para que la oxigenación comience a llenar los espacios viciados de tanto liderazgo negativo, siempre y cuando las malas semillas detengan su germinación por falta de abono. Para los nostálgicos quedará la memoria selectiva; para los obsecuentes, la viudez eterna; y para el protagonista de la histora, el dolor de ya no ser. Lo mejor será comprobar que hay vida después de los ídolos de barro.


APOSTILLAS

Discurso del método. Para tapar muchas malas, nada mejor que una buena. De la cantidad de barrabasadas que dijo el excelentísimo señor presidente en la previa, la más hilarante fue "hay gran interés de China por conocer lo que es Colón". Es de suponer que este nuevo contacto irá en sintonía con los que ya funcionan a todo vapor alrededor del mundo. Falta el mercado angoleño.

Objeto de estudio. Al tiempo que uno destacaba la nobleza del renunciamiento, el otro decía que se toma el buque porque no le pagan. El extraño caso del delantero roto elevado a la categoría de deidad en tiempo récord, y batiendo marcas en cuestión de inactividad, está siendo analizado por un equipo interdisciplinario de profesionales en salud mental. La hinchada que da todo a cambio de nada.

Ecce homo. Mientras unos pocos combaten en soledad la barbarie otros, en demostración de los fraternales lazos que los unen, enarbolan la bandera de la juventud trunca en dudosas circunstancias. El compromiso del goleador histórico con los valores humanos más elevados lo convierten, como dicen sus serviles biógrafos, en un paradigma a imitar. Algunos ya lamentan la baja en la recaudación.

Cosa juzgada. La justicia determinó su inocencia y sus adláteres ya están preparando el operativo clamor. El innombrable siempre afirmó que esperaba salir limpio de culpa y cargo para volver a involucrarse en la política institucional. Entre la olla que se está destapando y estas desalentadoras noticias, la falsa pertenencia necesita urgente un plan. Atención con las incorporaciones.