domingo, octubre 21, 2007

Banda en fuga


Esta vez la afición hizo catarsis. Después de una semana convulsionada, los simpatizantes esperaban con ansia que el once sabalero hiciera olvidar el conventillo dirigencial. Sin embargo, lo visto el sábado en el Brigadier no hizo más que profundizar la crisis que, institucional y futbolísticamente, está manchando la historia de la centenaria entidad. Ante semejante panorama, el dt declaró que no piensa bajar los brazos; el interrogante sería entonces ¿y los jugadores? Ese puñado de privilegiados que cada fin de semana viste la rojinegra ¿tendrá resto físico y anímico para dar vuelta esta realidad? Los bajos rendimientos individuales, la falta de conexión colectiva, la frustración ante los intentos fallidos, el entorno desfavorable y ahora los insultos, trazan un panorama desalentador con vistas al futuro.

Con alguna dosis de optimismo podría decirse que, por lo menos, Colón intentó llevar adelante el juego, desnudando un sinnúmero de limitaciones, pero, sin dudas, de los dos, fue el que más propuso. En ese sentido, no sería desacertado plantear que el empate hubiera sido un justo resultado. Lo cierto es que en la lucha entre el fútbol –aunque en extremo tibio– y el antifútbol, ganó el que supo aprovechar la oportunidad. Y antes que echar culpas atrás, bien valdría analizar por qué del medio hacia adelante resulta tan dificultoso quebrar esquemas ultradefensivos cuando el nivel de capacidad y talento local supera la propuesta rival. ¿Será falla técnica? ¿Será falta de convicción? ¿Será error de concepto? Quizá un poco de todo.


Y todavía falta recorrer el tramo más difícil, porque de ahora en adelante el fixture se torna complicado. Habrá que ver hasta qué punto la mano del entrenador puede modificar el esquema táctico en la búsqueda de alternativas y si su discurso logra levantar ánimos para hacerle frente a las cinco últimas contiendas que se aproximan. Tarea ardua y difícil. También se espera que las autoridades del club reflexionen y dejen de lado las pujas internas, hoy resulta imperioso que los objetivos sean comunes, adentro y afuera de la cancha. Por último, los aficionados deben transformarse en un ejemplo para todos, apoyando al equipo hasta el final, se venga lo que se venga. Al fin y al cabo siempre serán los únicos incondicionales.



APOSTILLAS


Cortocircuito. Las plumas del pasquinejo local deberían ponerse de acuerdo. Mientras el pasante realiza una entrevista que gira alrededor de los insultos al dt, el juglar local gasta tinta destacando enfáticamente lo contrario. ¡Mentime que me gusta!


Graffitis. Dicen las malas lenguas que han aparecido pintadas, en las paredes de la ciudad, en contra de dos baluartes rojinegros. El uno y el seis nuevamente están siendo acusados de desestabilizadores internos. ¿Serán reminiscencias de tiempos idos?


A la americana. Se pudo ver a mascota de programa televisivo profiriendo improperios contra la humanidad del entrenador. Desgraciadamente, las cámaras de tv capturaron una desencajada imagen que perdurará en el recuerdo. ¡Para quedar helado!


Debutante. El joven Sebastián Prediger tuvo su bautismo de fuego. Si bien pasó la prueba con excelente actitud, pudo apreciarse que las mejores calificaciones las cosechó en materia de "simulación". Habrá que enderezar el tronco para que el árbol crezca erguido.