domingo, marzo 08, 2009

Verde que te quiero verde


Viejos conocidos. Estadística pareja. Misma pelea. Un solo ganador. No está mal demostrar que se puede dar un poco más. No está mal demostrar que la crítica –en contraposición con la adulación barata– incentiva a mejorar. Cuestión ésta que no pasó desapercibida para quienes gustan bucear en los entramados internos de la naturaleza humana; ya que, de una u otra forma, cada protagonista consultado en los días previos dejó entrever un dejo de molestia debido al grado de algunas apreciaciones contrarias al rendimiento del equipo. No está mal entonces, empeñarse en el esfuerzo conjunto, probarse a sí mismos que son capaces de ir aumentando paulatinamente la producción y, de paso, acallar los cuestionamientos.

Por lo pronto, es un comienzo. Considerando los desempeños anteriores, la actuación de ayer puede resultar una bisagra, si se mantiene la formación, si el dt deja de lado su apasionamiento por los enroques estrafalarios, si se piensa más en Colón y menos en el adversario. Es importante para el afianzamiento de cada jugador en su puesto, mantener las fichas en su lugar, procurarles continuidad y confianza. Si las cosas funcionaron bien de una forma determinada, pues ¿por qué cambiar? La afición no sólo quiere resultados, la afición también está ansiosa por ver una formación consolidada, fuerte de local y solidaria de visitante, que sostenga siempre en alto la bandera del fútbol bien entendido.

Será cuestión de seguir ajustando, de buscar –hasta encontrar– el equilibrio que permita asumir, con conocimiento de causa, una identidad de juego definida; para gambetear la línea descendente que, como si fuera un karma imposible de superar, cada torneo le toca sufrir; para, de una vez por todas, alejarse de los temidos fantasmas del descenso; para regalarle más satisfacciones a su gente. No parece una empresa tan difícil. Echándole una mirada al fixture, es posible adelantar que los escollos en extremo complicados pueden contarse con los dedos de una mano; el resto, marcha parejito, parejito. De modo que el futuro depende de las apetencias del sabalé, que aún está verde y con tiempo para madurar.


APOSTILLAS

Sorpresa y media. En flamante programa oficial, que se emite todos los jueves por la noche en los aires enrarecidos, el impresentable vice anunció que se está cocinando algo grande. ¿Estarán pensando en techar el Brigadier?

Fea la actitud. No le está gustando nada, al goleador histórico, el avance del avispado empresario que hizo negocio con R. Ramírez. Al parecer, el hidalgo hombre del fútbol quiere chorearse la representación de S. Prediger.

Oso miedoso. El maestro está tan susceptible que ve espectros por todos lados. Durante la previa, se quejó del ensordecedor sonido que emanaba de la tecnología de punta. “¿Nos lo harán a propósito?”, se preguntó. ¡Naaaaaa!

Inflador descompuesto. El aspirante a chupalerche mayor, pasó gran parte de la semana anunciando, con bombos y platillos, el posible debut de Cocó Ledesma. ¿Qué habrá pasado que, al final, el pibe no estuvo ni siquiera en el banco?