
El paso adelante que le permitió dar el adversario equilibró la contienda en los minutos finales, y si el local mereció algún gol en el inicio, pues en el cierre del primer tiempo el visitante pudo haberse ido al descanso en ventaja. La historia se inclinó definitivamente hacia el lado rojinegro cuando el habilidoso dieciocho entró a la cancha dispuesto a gambetear hasta al árbitro. Imponer la diferencia con buen juego, aunque sea desde el virtuosismo de un único protagonista, siempre abre caminos; entonces sólo hace falta agregar unos pocos pases precisos en profundidad para contagiar a la tropa del poder de sus propias fuerzas, inclusive frente a las limitaciones que se empecinan en no cederle un ápice al estado de bienestar.
Es de esperar que el conjunto, con el correr de la competencia, se transforme en lo que fue el semestre pasado; cuando las piezas se acomoden, cuando los nuevos se acoplen y el plantel estable recupere el nivel que parece haber perdido. Tiene todo a favor, si el dt deja el sanateo permanente y encara el campeonato con una idea clara y definida de nombres y esquema. Después de todo no puede quejarse, consiguió mantener la base y sumó tres incorporaciones interesantes, por lo tanto sólo le queda mejorar el rendimiento anterior, algo no tan difícil si se focaliza en insertar las piezas donde corresponde, evitando los estrafalarios inventos a los que es tan afecto para sostener su imagen de eximio estratega. Es hora de imponer un poco de previsibilidad.
APOSTILLAS



