domingo, julio 29, 2007

Condona nuestras deudas...


Están los que festejan y están los preocupados. Están los que apoyan sin saber y están los que dudan sabiendo. Están los desinteresados, esos que viven pendientes sólo del resultado, y están los interesados en la institución como espacio de aprendizaje e interacción social. Están los que destacan el acierto dirigencial y están los que ven connivencia. Están los que piensan que un fallo judicial es garantía de justicia y están los que saben cómo se maneja la jurisprudencia santafesina. Están los que defienden y también están los que desconfían. Están los que saludan el triunfo y están los que temen las consecuencias. Hay de todo, como en botica.

En la semana se hizo público el ¿escandaloso? dictamen de un magistrado vernáculo quien, ignorando la ley, desestimó la millonaria deuda que el Estado nacional le reclama al CAC. Como si SF se rigiera por un derecho diferenciado, el susodicho juzgador desconoció una resolución de la Justicia Federal. Singularmente, los argumentos de su señoría coincidieron en un todo con los que en su momento esgrimió LH, conspicuo conocer de innumerables recovecos tribunalicios. Lo cierto es que se espera una rápida reacción, tanto del fisco como de los sindicados como evasores por el juez, o sea los jugadores involucrados en el affaire evasor.

Mientras la reacción de los medios locales ha sido de diversos tintes –destacándose los genuflexos de siempre, quienes gastaron saliva a destajo resaltando el éxito de la doctrina maquiavélica; pasando por los asépticos; hasta finalizar con los más críticos, esos que no dejan de olfatear componendas nauseabundas–, los aficionados a la sangre y luto guardan un sugestivo silencio. ¿Por desconocimiento? ¿Por desinterés? ¿Por anuencia? ¿Por amor a la camiseta? Quizás no resulte extraño entender que una cosa es señalar y juzgar los actos corruptos ajenos y otra muy diferente aceptar y condenar los propios. Cuando la pasión por los colores es más fuerte que la conciencia crítica, todo vale. ¿O no?

APOSTILLAS

Los hermanos caribeños se han unido. En recoleto restaurante, un simpático trío foráneo fue sorprendido mientras le hincaba el diente a suculentos platos autóctonos entre saludos y deseos de buenos augurios de parte de cholulos simpatizantes colonistas. ¡Buen provecho!

En ausencia del dueño del boliche, el hemisferio pensante de conocida fórmula comercial radial –hoy devenido colchonero– tomó la posta y le dedicó varios minutos de perorata aduladora a bienamado auspiciante encubierto. ¡Qué sería de CdeSF sin los trucos del mago!

GL se retuerce de celos. Durante la semana el nombre más ponderado y reconocido fue el de LH. Sus capacidades profesionales quedaron opacadas por las del vice primero. No importa. Ante semejante afrenta, él amenaza contrarrestar pasaporte en mano. ¿México o Grecia?

Finalizada la pretemporada, el DT sabalero se envalentonó. “A ver quién se anima a ganarle a Colón en SF”, dijo. A pesar de que sus palabras sonaron remanidas, la afición le ha puesto todas sus fichas a ganador. Ojalá la historia, esta vez, tenga el final por todos esperado.

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